Las prendas que elegimos no solo deben lucir bien, sino que también deben cuidarse para mantener su calidad y durabilidad. Aquí te dejamos algunos consejos sencillos para que tu ropa se mantenga como nueva por más tiempo:

1. Lee las etiquetas

Antes de lavar o planchar, siempre revisa las etiquetas de tus prendas. Las instrucciones de cuidado son clave para mantener la tela en buen estado. Algunas prendas requieren lavado a mano, otras solo deben lavarse a baja temperatura o incluso ir a la tintorería.

2. Lava con agua fría

El agua caliente puede dañar las fibras de las telas y hacer que los colores se desvanezcan. Lavar con agua fría ayuda a preservar tanto la forma como el color de tus prendas. Además, ahorrarás energía.

3. Evita el uso excesivo de la secadora

Aunque la secadora es cómoda, el calor puede desgastar las fibras y hacer que la ropa se encoja o se deforme. Si es posible, opta por secar tu ropa al aire libre o en un lugar ventilado

4. Guardar con cuidado

El modo en que guardas tu ropa también es importante. Las prendas delicadas, como las de lana o seda, deben colgarse en perchas acolchonadas o guardarse en bolsas de tela. Los suéteres pueden perder su forma si se cuelgan, así que es mejor doblarlos correctamente.

5. Prevenir las manchas

Trata las manchas lo más rápido posible para evitar que se fijen. Usa productos especializados para cada tipo de mancha, como quitamanchas o detergentes específicos.